Los profundos e
irreversibles cambios sociales experimentados en la actualidad sitúan a la
tarea docente ante nuevos desafíos. Aunque la comunidad educativa pone
constantemente en marcha mecanismos de actualización, la velocidad de las
transformaciones sociales la obliga a una rápida sobre adaptación para dar
respuestas a las demandas de una sociedad en crisis. Si esta es la situación a
la que se enfrenta el profesorado en general, es evidente que quienes trabajan
a diario con grupos en situación de exclusión social tienen una carga añadida.
Uno de los colectivos
que más sufre la desigualdad es la comunidad gitana. Afortunadamente, esta
situación viene modificándose gracias, entre otras causas, a la iniciativa del
propio colectivo que ha entendido que el acceso a la educación es un factor
determinante para su desarrollo. Pero, lamentablemente, la casi total escolarización
de los niñas y niños gitanos no resulta
suficiente: la discontinuidad, producto de un persistente absentismo, no sólo
dificulta la consecución de objetivos académicos, sino que fragiliza el vínculo
entre profesorado y alumnado y, si bien buena parte de la comunidad gitana ya
ha alcanzando una situación de inclusión, las
diferencias culturales que la identifican no son aun suficientemente
reconocidas ni contenidas en el ámbito social y, por consiguiente, en el
escolar.
A pesar de que el Pueblo
Gitano está presente en la vida de nuestra sociedad desde el siglo XV y es la
minoría étnica más numerosa del Estado Español, muchos aspectos de su cultura
permanecen en la sombra para la sociedad mayoritaria. Una prueba de ello es que
en los contenidos curriculares
obligatorios de primaria y secundaria no se hace ninguna mención a la presencia
de población gitana en territorio español ignorando su huella como parte
fundamental del mestizaje cultural de España. Las escasas alusiones que se
le dedican suelen ser referencias a personajes literarios o a su existencia como
fuente de conflicto social. Es comprensible, entonces, que la propia comunidad
no se sienta debidamente representada en el ámbito escolar y que la brecha
existente entre alumnado y profesorado sea más profunda en el caso de los
alumnos y alumnas de etnia gitana.
Resulta evidente que la adaptación a los cambios que sufre la sociedad
contemporánea requiere una actitud creativa, pero ¿qué es la creatividad? Con frecuencia la palabra “creatividad” se asocia a cierta cualidad
misteriosa que poseen unas pocas personas o a un chispazo de inspiración
momentánea, pero la ciencia y la experiencia la definen como la capacidad de encontrar conexiones que no son obvias. Desde esa perspectiva, la
creatividad implica un proceso,
y por lo tanto puede aprenderse y ponerse en práctica. Ahora bien, este aprendizaje requiere de unas
condiciones específicas que no están incluidas en la formación académica de la
carrera docente.
El aprendizaje creativo implica una búsqueda confiada y
consciente para afinar la receptividad
y la sensibilidad logrando acceder a capacidades y talentos hasta ahora
ignorados. Este ejercicio permite flexibilizar
patrones de comportamiento expresivo ampliando la capacidad de comunicación en
el aula. La variedad de recursos que ofrece el ejercicio de la propia
creatividad ayuda a consolidar una auténtica auto confianza y una seguridad
personal con bases sólidas que permite
detentar una autoridad que se impone por sí sola porque se irradia a partir de
la propia autoestima. El ejercicio de la creatividad personal permite el
encuentro con las propias capacidades y limitaciones y predispone a quien lo
ejerce a una comunicación empática con
sus alumnos y alumnas. El docente, lo quiera o no, es un agente activo de desarrollo
afectivo y debería hacer un uso consciente de estas habilidades en su trabajo,
más aun cuando tiene a su cargo alumnado emocionalmente vulnerable o en riesgo
de exclusión social.
TEATRO DE SOMBRAS Y
CREATIVIDAD
El
teatro de sombras es una antigua tradición teatral que se realiza interponiendo
entre una fuente de luz y una pantalla objetos, siluetas y decorados que, organizados
en una dramaturgia, dan vida a la representación. Se puede suponer que
sus orígenes se remontan a la prehistoria
cuando los primeros humanos vieron proyectada su figura en los muros de
las cavernas a la luz de las fogatas. Lo cierto es que las sombras siempre han
provocado curiosidad y fascinación por lo que resulta un vehículo de enormes
posibilidades expresivas que capta y mantiene la atención permitiendo
transmitir contenidos y realizar actividades que propician el desarrollo personal y social de
niñas y niños.
El teatro de
sombras contiene todo el abanico de las expresiones artísticas. La elección del
tema a partir de fuentes literarias o la
creación del guión sobre un asunto de interés, la realización plástica de
siluetas y decorados, la musicalización de las escenas y la interpretación de
los personajes permiten la experimentación de las principales disciplinas
artísticas. En el teatro de sombras todo se inventa y se crea a partir de unas
premisas simples y con materiales accesibles y fáciles de utilizar. Es por este
motivo que resulta un vehículo extraordinario para el ejercicio y el desarrollo de la propia creatividad
poniéndola al servicio de la tarea
pedagógica.
LA COMPAÑÍA
Soldenoche Teatro es
una compañía creada en mayo de 2006 cuya
principal característica radica en la aplicación de las
artes escénicas en ámbitos educativos para la transmisión de
valores artísticos, culturales y sociales. Sus fundadoras Fernanda Cáceres
(Uruguay) y Damiana Puglia Padilla (Argentina), ambas con amplia experiencia
teatral como artistas y pedagogas, se conocen en Sevilla compartiendo una
experiencia de laboratorio teatral compuesta por más de veinte integrantes de
varias nacionalidades.
A partir de esta
experiencia deciden implicarse en la investigación de las tradiciones
culturales que conforman Andalucía, particularmente de la Cultura Gitana.
Paralelamente
comienzan a investigar un género teatral poco difundido y de grandes
posibilidades expresivas: el teatro de sombras. Fruto de ambas investigaciones
es La Gitana y la Cueva, cuento
tradicional gitano que cuenta con música
en directo compuesta y ejecutada por las propias integrantes siendo actualmente
representada en circuitos culturales de toda España. El segundo espectáculo es Fátima la
hilandera adaptación de un antiguo
cuento de la tradición sufí. Ambos espectáculos han participado de la Feria
Internacional de Títere de Sevilla en sus XXXIII y XXXIV ediciones respectivamente
y están dirigidos a público infantil- familiar.
Actualmente, y desde el
año 2011, la compañía realiza una intensa actividad en colaboración con FAGEX
(Federación de Asociaciones Gitanas Extremeñas) impartiendo talleres con
alumnado gitano. En este marco ha creado y realizado un gran número de
funciones de Octubre Romaní y de Remedios
contra el Olvido, obras de teatro de sombras cuyo contenido está orientado
a la promoción integral del Pueblo Gitano realizando giras por centros
educativos de toda Extremadura. En la última edición (2015) Remedios contra el Olvido ha sido vista
por más de 3200 personas entre alumnado y profesorado.
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